Aunque los métodos de evaluación continua teóricamente permiten conocer la evolución y valorar el aprendizaje del alumno de cerca durante todo el curso, lo cierto es que en ocasiones la mejor forma de terminar de calificar el rendimiento de un alumno es con una prueba final, sea examen o defensa de proyecto, completamente individual y realizada en condiciones ideales para asegurar la igualdad de oportunidades y la calidad de la evaluación.
Sea en forma de examen teórico-práctico o como proyecto de desarrollo, es habitual encontrar estas pruebas en la universidad.
Examen final
Para la típica prueba de examen en papel, que solemos hacer en asignaturas de primero como Diseño de Videojuegos, aquí van algunos consejos:
- Rellenarlo con bolígrafo, nada de lapicero. Y mejor usar bolígrafo negro o azul… de hecho es buena idea usar ambos, azul para las preguntas o secciones y negro para las respuestas o contenido de dichas secciones.
- Cuidar mucho la letra y reducir la cantidad de tachones o manchas de tipex (algunas son admisibles, pero demasiadas deslucen bastante).
- Responder de manera muy explícita y directa a todo lo que se pregunta o propone en el enunciado. No dar nada por supuesto y recalcar la respuesta con las mismas palabras que aparecen en la pregunta.
Proyecto final
En asignaturas de máster, con en Desarrollo de Videojuegos, o en las más avanzadas de los grados, como Inteligencia Artificial para Videojuegos empieza a ser habitual evaluar pidiendo el diseño y desarrollo de un proyecto final a los alumnos. Consejos:
- Aunque suele ser posible colaborar con otros compañeros, cada alumno tiene que ser capaz de defender que su contribución es únicamente suya y encaja con lo que se pide en la asignatura.
- Conviene ponerse de acuerdo con el profesor sobre el tema y el alcance del proyecto a realizar, y de cualquier situación peculiar que se afronte (si el proyecto se solapa con el de otra asignatura, si se vincula a un proyecto comercial o previamente desarrollado…). Siempre hay que ir con la verdad por delante, para evitar problemas luego.
- Conviene dejar el proyecto lo más cerrado y pulido posible. Es mejor no ser excesivamente ambicioso pero concluir bien el proyecto a tratar de hacer algo impresionante y fracasar estrepitosamente en el intento.